Más de 200 millones de personas en todo el mundo sufren asma, una enfermedad inflamatoria que estrecha e inflama las vías respiratorias, lo que provoca síntomas como dificultad para respirar, sibilancias, tos y opresión en el pecho. Esta condición también puede causar sequedad de boca, lo que puede llevar a la acumulación de placa y a la enfermedad de las encías.
Si tienes asma, es importante tomar medidas para cuidar tu salud dental y mantener a raya la placa y la enfermedad de las encías.
Cómo evitar los desencadenantes comunes del asma
Las personas con asma pueden evitar experimentar los síntomas y proteger mejor su salud dental limitando su exposición a los desencadenantes. El asma tiene una serie de desencadenantes, incluyendo condiciones climáticas extremas (alta humedad o bajas temperaturas), irritantes en el aire como el humo y los vapores químicos, y alérgenos como el polen, la caspa de animales y las plagas domésticas.
Puede ser especialmente importante estar atento a los signos de las plagas domésticas, ya que a menudo pueden entrar sin que los propietarios se den cuenta. En particular, las cucarachas, roedores y chinches pueden exacerbar los síntomas del asma, por lo que es importante comprobar regularmente la casa en busca de signos de actividad y hacer frente a las infestaciones si es necesario.
El problema de la sequedad de boca
Si tienes asma, probablemente experimentes a veces sequedad de boca, también conocida como xerostomía, una condición en la que la boca no produce suficiente saliva. La sequedad de boca se suele producir en personas con asma, ya que la restricción del flujo de aire les obliga a respirar por la boca.
Los inhaladores para el asma contribuyen además a la sequedad de boca al reprimir las glándulas salivales y limitar la producción de saliva. La saliva es esencial para eliminar las bacterias malas. En cambio, la sequedad de la boca crea condiciones ideales para que las bacterias dañinas alberguen y creen una acumulación de placa, lo que provoca mal aliento, caries y enfermedades de las encías.
Prevención de la enfermedad de las encías
Afortunadamente, hay varias maneras de proteger tu salud oral y mantener a raya las enfermedades de las encías a pesar del asma. Siempre enjuágate la boca con agua después de usar el inhalador. Incluso puedes considerar cepillarte los dientes después de usarlo, también, lo cual puede ser aún más efectivo.
Es importante usar un inhalador que sea cómodo para los dientes y la boca, ya que algunos lo hacen más propenso a las caries que otros. Tu inhalador actual puede incluso endulzarse con azúcar para hacerlo más agradable al paladar. Pregunta a tu médico si existe un inhalador alternativo adecuado que pueda ayudarte a proteger tu salud bucal.
También puedes informar a tu dentista sobre tu asma y pedirle consejo sobre la mejor manera de controlar tu salud e higiene bucal. Por ejemplo, beber agua a sorbos regularmente durante el día es una forma eficaz de prevenir la sequedad bucal.
Por último, la mejor manera de cuidar tu salud dental es mantener una buena higiene dental con el cepillado y el uso del hilo dental con regularidad. Aunque las enfermedades de las encías pueden ser tratadas, la prevención es sin duda el mejor enfoque. Manteniéndose proactivos sobre la salud oral, las personas con asma pueden fácilmente mantener una hermosa y saludable sonrisa de por vida.
