La COVID-19 provocó el cierre de la mayoría de las clínicas dentales de todo el mundo a todos los tratamientos que no fueran de urgencia. A medida que los profesionales dentales comenzaron a reanudar la atención electiva normal, uno de los retos ha sido tratar de convencer al personal dental y a los pacientes de que el tratamiento es seguro y de que la atención bucodental profesional es necesaria.
Una encuesta reciente mostró que el 71% de los pacientes odontológicos tenían dudas sobre acudir al dentista durante la pandemia de COVID-19 debido al miedo a la transmisión. Muchos de estos temores siguen impidiendo que los pacientes busquen atención médica y dental, a pesar de que las consultas hace tiempo que reabrieron para la atención electiva.
El aumento de la destrucción del tejido periodontal derivado del retraso en la atención profesional ha sido demostrado. En este artículo te explicamos brevemente tres aspectos de la enfermedad periodontal en relación con el COVID-19 para que tengas una mejor comprensión a la hora de entender la importancia de la terapia periodontal.
Factores relacionados con el estrés
La pandemia de COVID-19 ha provocado una enorme cantidad de estrés para el individuo medio, tanto económica como psicológicamente. En una encuesta, el 70% de los encuestados declaró que los meses de esta pandemia han sido el momento más estresante de toda su vida. Muchos estudios han demostrado una correlación entre el estrés y un mayor riesgo de desarrollar enfermedad periodontal y no acudir al dentista. Se ha demostrado que tanto el estrés financiero como el psicológico duplican e incluso cuadruplican el riesgo de desarrollar pérdida de inserción periodontal.
Además, se ha comprobado que las personas sometidas a estrés crónico poseen mayores niveles de cortisol en sus fluidos salivales. La liberación de cortisol crónico conduce a una disminución de la inmunidad y a la regulación de varios marcadores inflamatorios.
El resultado de la inflamación crónica y de la disminución de la función inmunitaria puede conducir a la inflamación gingival y a la destrucción del tejido periodontal. Además, en estas circunstancias suelen producirse abscesos periodontales y hemorragias. La terapia periodontal puede desempeñar un papel importante a la hora de tratar y evitar la descomposición de los tejidos.
Malos hábitos y falta de interés
Los mecanismos de afrontamiento de la ansiedad, el estrés y la depresión pueden implicar a menudo una dieta inadecuada, el descuido corporal y hábitos nocivos como el consumo de alcohol, tabaco y drogas. Además, la falta de higiene y de limpiezas profesionales por falta de interés/descuido forzado puede provocar la destrucción del tejido gingival.
Un estudio demostró que las bacterias recolonizan los dientes entre seis y ocho semanas después del raspado y alisado radicular.
Se ha demostrado que la destrucción periodontal aumenta en una función dependiente de la dosis con el consumo de tabaco. También se ha demostrado que las malas tendencias dietéticas aumentan la inflamación y la enfermedad oral. Muchos pacientes cuya salud oral estaba controlada bajo un estricto cuidado periodontal antes de la pandemia pueden experimentar una recaída cuando se producen cambios en la historia social. Es imperativo que se restablezca la higiene bucal y el cuidado periodontal para evitar que continúe la progresión de la enfermedad.
Preocupaciones económicas
A medida que intentamos salir de las consecuencias de la COVID-19, muchos informes financieros han señalado posibles similitudes con la crisis financiera de 2008. Al analizar las repercusiones de la crisis financiera de 2008 en odontología, las tendencias de gasto sugieren que la desaceleración económica tardó más de un año en afectar al sector de la atención dental.
Esta ralentización se tradujo en una menor tasa de aceptación de casos, menos visitas a la clínica dental y una menor disponibilidad de financiación por parte de terceros. La producción bruta dental disminuyó considerablemente, especialmente los planes de tratamiento de casos grandes. Los procedimientos de restauración cayeron un 5%, mientras que los procedimientos periodontales y de higiene aumentaron un 8%. Los pacientes gastaron más dinero en tratamientos conservadores valorados y menos en procedimientos estéticos.
La regeneración de los dientes periodontalmente comprometidos es un tratamiento valorado que es conservador y puede aumentar la aceptación de los casos en comparación con la terapia de implantes dentales. Con la capacidad de «salvar» los dientes comprometidos, se pueden evitar procedimientos más caros como la extracción, el injerto y el tratamiento con implantes. Si la economía de 2008 es un indicio de lo que puede suponer la economía de 2020, la terapia periodontal va a desempeñar un papel muy importante en el tratamiento dental.
