Cuando se trata de encontrar un dentista, o incluso de evaluar el que tienes, ¿cómo diferencias entre los buenos y los malos? Te ofrecemos algunos consejos útiles a continuación para ayudar en tu evaluación. Ten en cuenta, sin embargo, que ninguna clínica dental será perfecta, pero al menos deberías verlos implicados en algunas, si no todas, las áreas que vamos a mencionar.
Elige lo que es más importante para ti en un dentista y filtra tu experiencia a través de esa perspectiva. Y presta mucha atención a las categorías especiales marcadas a continuación, ya que estas son las áreas que creemos que deberían estar en la parte superior de tu lista.
Primera impresión
La primera impresión de una clínica dental en realidad consiste en tres partes.
Recepción
Aquí es donde comienza todo: la llamada telefónica cuando haces la cita. ¿El/la recepcionista es amable y está dispuesto/a a responder a tus preguntas o responde con más dureza? El personal de un dentista dice mucho sobre el dentista y su práctica.
Consulta
¿Qué sensación tienes cuando entras en la consulta del dentista? ¿Se siente un lugar acogedor? ¿El personal de la consulta dental parece alegre y servicial? Si al entrar casi no te miran y solo te dicen que te sientes sin mucha atención, puede que estés en una clínica dental equivocada. Además, echa un vistazo a la clínica en general. Si la sala de estar, el baño o cualquier zona de la clínica no está muy cuidada, no da mucha seguridad a la hora de que, en esa misma clínica, te metan instrumentos en la boca. Si ese es el caso, ¡sal de ahí y encuentra otro lugar donde ir!
Espera
El último paso de tu primera impresión incluye la espera. Aunque yo no basaría tu decisión únicamente en la espera ya que es algo más subjetivo y porque algunos dentistas pueden tener complicaciones que no pudieron planear cuando te dieron cita para ese día, aunque sigue siendo algo a considerar, sobre todo si eres una persona muy ocupada.
Nivel de dolor
Un buen dentista debe ser capaz de realizar un tratamiento que minimice el dolor del paciente. Los dentistas descuidados no se preocuparán por minimizar el dolor de un paciente y serán mucho más rudos al administrar los cuidados de rutina como limpiezas o inyecciones. Este descuido solo suma más ansiedad a personas que ya van con miedo al dentista y puede hacer que algunos pacientes descuiden su salud dental por generalizar este miedo.
Limpieza del equipo
Averigua cómo limpian su equipo. ¿Cómo lo esterilizan? Una consulta dental de alta calidad no se ofenderá si le preguntas (y menos en tiempos de pandemia) y hasta podrían mostrarte lo que usan para limpiar su equipo.
Buena higiene
Si tu dentista se deja los guantes puestos después de haberte limpiado la boca y le ves hurgando en los cajones, escribiendo notas o haciendo cualquier otra cosa, no es una buena señal. Y si ves a tu dentista haciendo cualquiera de estas cosas antes de tocarte la boca, es una señal aún peor.
Obsesión monetaria
Los buenos dentistas se preocupan por sus pacientes y por mejorar su salud oral. No están interesados en estafar a sus pacientes o en sacarles todo el dinero que puedan. Puede que creas que es imposible saberlo con seguridad, pero hay algunas maneras seguras de averiguar dónde están sus verdaderas intenciones.
Procedimientos extremos e innecesarios
Aunque algunos procedimientos extremos son necesarios dependiendo del estado de tus dientes, si tu dentista salta inmediatamente a esa opción sin cubrir ninguna otra alternativa que pueda ser de menor coste, busca a otro dentista o busca una segunda opinión. Ahora bien, si es realmente necesario o es la mejor opción de varias, pueden exponer tus opciones y luego decirte cuál te recomiendan, pero no deben obligarte a elegir la opción más cara. Además, si un dentista solo recomienda procedimientos muy elevados de precio cada vez que acude a la clínica, es una clara señal de que se preocupan más por el dinero que por ti.
Tu dentista tiene que aconsejarte el mejor tratamiento para ti que no siempre es el más caro. Siempre debe intentar mantener los dientes naturales sanos ya que no hay nada mejor que lo que nos da la naturaleza. La sustitución de piezas dentales nunca serán mejor que tus propios dientes si tienen buena y se puede evitar su extracción.
Ten cuidado con los dentistas que tratan de venderle productos adicionales como vitaminas y hierbas que pueden ayudar a tu salud oral. Será difícil saber si estos productos serán realmente una ayuda para ti o si es sólo su forma de ganar dinero rápidamente.
El pago
Si un dentista solicita el pago completo de tu trabajo dental antes de que el dentista empiece el trabajo, bandera roja.
Comprobando la factura
Si has tenido una simple revisión dental o una limpieza sin mayores problemas, tu factura debe reflejar eso. Si una consulta dental dedica mucho tiempo a detallar la factura y sugiere tratamientos que no te cuadran cada vez que acudes, es hora de cambiar de consulta.
Trabajo deficiente
Si tus empastes se caen, las carillas se desprenden y las coronas se aflojan no mucho después de que el trabajo se haya completado, podría ser una señal de que estás viendo a un mal dentista. Sin embargo, si comiste algo de lo que tu dentista le dijo que no debías comer y tu empaste o corona se aflojó, no culpes a tu dentista.
Respuesta post-revisión
¿Cómo te sientes después de tu cita en el dentista? Se supone que tu dentista debe mejorar tu salud dental, no crear más problemas. Un buen dentista puede proporcionar a sus pacientes servicios de rutina sin causarle más molestias. Si todavía estás experimentando sangrado semanas o meses después de haber tenido un tratamiento de conducto, coronas, puentes, o si tu dentadura postiza se sigue cayendo después de varios ajustes, entonces quizás sea hora de encontrar un nuevo dentista, sin duda alguna.
Conclusión
Conoce la diferencia entre la buena y la mala odontología.
Hazte estas preguntas:
- ¿Cuál es su primera impresión de la clínica dental basada en la recepción, el ambiente de la clínica y el tiempo de espera?
- ¿Cuál es tu nivel de dolor en la silla del dentista? ¿El dentista trata de minimizar tu dolor durante el tratamiento?
- ¿Está limpio su equipo dental?
- ¿Practica el dentista una buena higiene antes y después de meter las manos en tu boca?
- ¿Has notado una obsesión monetaria en el dentista en particular al sugerirle procedimientos extremos e innecesarios, al aumentar el precio o al solicitar el pago completo antes de que se realice el trabajo dental?
- ¿Tienes que repetir el tratamiento una o varias veces? Si es así, eso puede ser un reflejo de un trabajo dental deficiente. Aunque no siempre es así.
Filtra tu experiencia a través de esta lente y podrás determinar la calidad de tu dentista. Si crees que debes cambiar de dentista no lo retrases, en cuanto encuentres tu clínica dental adecuada lo sabrás, lo notarás en tu salud bucodental, en tu bolsillo o en las dos cosas.